viernes, noviembre 19, 2004

Una despedida

Hoy tengo una comida de despedida en la empresa. El que fué mi director varios años, desde que entré, uno de los dos que me entrevistaron y valoraron se jubila. Aunque por su área siempre tuvimos un trato directo, y siempre tuve que preparar cosas para él, incluso cuando ya no estaba bajo su responsabilidad.

Su fama en la empresa, de rácano, y en cambio hoy, nos invita a comer a todos los que estuvimos bajo su responsabilidad en su trayectoria en la empresa. Todo un detallazo.

Como persona y como jefe, tiene sus cosas buenas y malas, algún rato malo me hizo pasar, pero me quedaré con él siempre un detalle que me gustó y me pareció muy noble.

Lo normal era trabajar bajo bastante presión, cuando gerencia le pedía algunos datos, o se los pedía a mi jefe o a mi, según el tema. Muchas veces tenían que ser para como se dice vulgarmente, ayer. Una vez con las prisas, yo no le entendí bien, le entregué lo que entendí que me pedía, y él sin repasarlo lo entregó a la dirección de la empresa. Cuando le hicieron ver que no era lo pedido, él en lugar de hacer un solo comentario hacia mi responsabilidad, asumió su 'culpa', y dijo que no me lo había explicado bien, y que era su error.

Luego me lo explicó y lo hablamos, mi error y el suyo, de no repasar lo que le entregué, y yo de no haberle entendido (o lo que fuera, no recuerdo que era lo que me pidieron). Yo creo que un verdadero jefe debe ser así, asumir como propio lo que hacen sus empleados.

Me considero bastante afortunado de haber estado con él varios años, con sus defectos, pero también con sus virtudes. No puedo decir lo mismo del penúltimo director que tuve, con ese no me tomaría ni un café.

Hoy nos invita él, y la semana que viene, le montamos una cena sorpresa, la empezamos a preparar antes que él nos invitara. Siempre le recordaré con cariño, por su trato como jefe y como persona.

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