Cuando a principio de la semana pasada Rajoy escenificó en las cortes la 'ruptura' con el gobierno por la próxima reunión de los socialistas vascos (me pregunto si también el foro de Ermua se querellará contra ellos al igual que con Ibarretxe) con los batasunos, parecía que el ala más dura del PP se beneficiaba de la torpeza de Zapatero por no comunicarlo previamente en privado.
Pasan unos días y en una entrevista o no recuerdo de donde eran las imágenes, el mismo Rajoy mostrando su ruptura, va y dice que si Zapatero le llama que irá a verle, pero que para eso tiene que llamarle a pesar de la ruptura. No suena a un enfado de pareja de adolescentes? Si yo le quiero, quiero verle, quiero hablar, pero no le llamaré, que me llame Z, le dice R a su mejor amig@, de modo que Z se entere, pero sin pedirle directamente que le llame o tener la iniciativa de llamarlo.
Esto como muestra la viñeta, parece más una relación de amor frustrada que otra cosa, donde Rajoy pugna por no quedar marginado del proceso de fin de la violencia, y al mismo tiempo no enfrentarse a todo su equipo. Como un amor no correspondido e imposible, en el que Rajoy tiene a toda su familia en contra.
Y mientras que hace su equipo? Pues el apaciguador apagafuegos Acebes, también zarandeado ayer en Mataró, habla de un plan de socialistas y otros para atacarles y arrinconarles, será que ya no hay dos vías de investigación en este caso, y los batasunos han apadrinado en la kale-borroka a los niños de socialistas y convergentes para que les ataquen, y claro, como tras los batasunos está ETA, pues es una prueba más de la connivencia de los socialistas con ETA para marginar y atacar al PP.
El malo de Aznar no ha hecho bueno a Rajoy, sólo menos malo, pero no perdamos la perspectiva, Acebes o Zaplana aún podrían ser peores!
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