19 años se cumplían ayer del más sangriento atentado de ETA, Hipercor en Barcelona. Algo realmente significativo y que choca con la evidencia más clara, es que Ibarretxe pidiera disculpas por lo desatendidas que se han sentido las víctimas desde las instituciones, y es que siempre he pensado que las víctimas son algo incómodo para los gobiernos e instituciones, y aún imaginando el origen de esa incomodidad, como el tener que 'acoger' a militares, policías y guardias civiles, para muchos que fueron perseguidos por ellos, sin duda era algo más que incómodo, pero innecesariamente cruel. Por eso, aunque tarde, me parece muy bien la disculpa que hizo Ibarretxe en el homenaje a las víctimas de Hipercor, aunque fuera con un comunicado. Es un buen paso que muchos más deberían seguir.
Y viendo alguna imagen ayer también, del juicio a quienes secuestraron y asesinaron a Miguel Angel Blanco, no pude evitar recordar esos días, la rabia inicial, la incredulidad y la constatación de que llevaron a cabo la criminal amenaza. No es por querer poner grados a atentados, pero para mi estos dos han sido lo más cruel de tdos los atentados de ETA, y actitudes altaneras y prepotentes como los que empezaron a ser juzgados ayer, no ayudan nada a relajar la inevitable tensión para poder alcanzar la verdadera paz. Pero tampoco hay que dejarse llevar por estos momentos, hay mucho en juego y esta vez parece más claro cada día que es la de verdad.
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