Quienes me conocen, saben que no me suele gustar que me dediquen escritos en público, ni cosas por el estilo, y obviamente, son cosas que tampoco suelo hacer yo. Pero hoy haré una excepción muy gustosamente.
Hoy quiero dedicarle esto a una muy buena amiga, una AMIGA de verdad, aunque suene raro, en persona sólo nos hemos visto una vez, ya hace más de 4 años, hará 5 en noviembre, y quiero hoy sin nombrarla, dedicarle este día. Es su cumpleaños, y como le gusta decir, en lugar de su edad, siempre dice que cumple 18 más lo que fué a gatas (es sorprendente, porque esto quiere decir que sigue yendo a gatas!)
Siempre nos hemos llevado muy bien y nos hemos entendido, y recuerdo como si fuera ayer mismo cuando estuvimos cara a cara, un día de esos que uno no puede olvidar nunca, fueron muchos ratos muy buenos, desde el regalo que nos trajo a mucha gente, el que le dimos, hasta nuestras coincidencias, alguien con quien tengo una conexión muy especial, que no ha decaido con el paso del tiempo, por más altibajos personales que hayamos pasado.
Admito que hay cosas en las que somos muy diferentes, muchísimo, y eso es parte del encanto de esta amistad, donde cuando uno ha necesitado por ejemplo, simplemente desahogarse, ha tenido al otro al lado, dispuesto a escuchar y comentar lo que fuera preciso. O cuando uno ha sentido la necesidad de hablar en profundidad de un problema, ahí nos hemos tenido, desde para una tontería, hasta para algo más serio. Y las diferentes formas de ver muchas cosas, nos ha permitido tener una visión distinta a la propia. Hoy mismo hasta la he reñido un poco por haberme sermoneado, para que tiene que explicarme una decisión mía si ya la he tomado? Supongo que para reafirmarme y que no tenga dudas, pero la clave ya me la dió ella misma hace poco más de 2 meses.
Pero hay momentos que no han sido fáciles, que nos entendamos, no quiere decir que estemos de acuerdo, hubo una vez donde lo admito, hasta me parecía pesada, lo veo ahora con el paso del tiempo, y es de las pocas personas que me decían las cosas claras y directas. Era cuando ya estaba decidido a separarme, pero no me separaba. Igual estábamos bastantes días sin poder hablar, y su saludo era: ya tienes piso? Cuando te vas? Era como tener a la voz de la conciencia permanentemente alerta. En algunos momentos reconozco que me agobiaba un poco, pero creo que hizo muy bien.
Además, es de esas personas que saben leer entre líneas, y cuando te nota en un mal momento, como un sexto sentido, sin venir muy bien a cuento, aparece con sus palabras y con sus palabras claras y directas, que a veces de lo obvias que son, permiten ver más claramente lo que la dinámica del día a día a veces no te permite ver.
Para ti, feliz cumple, y que las cosas buenas que ahora vas viendo de nuevo, sean sólo un anticipo.
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