Demasiadas veces veo discusiones en las que alguien intenta mostrarse ecuánime y sin prejuicios, sobretodo cuando se habla de política y se valoran hechos o tareas de gobierno. Y la verdad, es que me parece un tanto ridículo, yo nunca pretenderé ser ecuánime ni equidistante, siempre me he considerado un rojo de pies a cabeza, y es que hay muchas cosas en las que nadie es neutral, por más que lo quiera decir. Todos tenemos unas convicciones, y es bueno que sea así.
Lo que también creo que debe ser una forma de discutir de un modo más o menos bueno, es partir de unos hechos claros y valorarlos, valorar lo que cada cual ve en las actitudes de cada grupo frente a esos hechos, pero ahí viene el problema, cuando uno niega unos hechos, porque los desconoce, y lo que le dice un 'oponente' difícilmente le hará cambiar de opinión, vamos, que se anteponen ideas propias a los hechos, la forma de valorar las cosas es que los hechos deben ajustarse a lo que uno piensa...
En un punto, entré a mostrar unos hechos que son objetivos, demostrables y comprobables, pero oh, entonces se me acusa de querer desprestigiar... Bueno, la verdad es que no pretendía desprestigiar a nadie (esto del prestigio, pffff) sinó simplemente mostrar la realidad para que no haya dudas, incluso se me llegó a negar la validez de una prueba documental (una grabación televisiva de las palabras de un presidente de gobierno) porque eran emitidas en un programa...
Y digo yo, desprestigiar a alguien yo? Hay quien hace el ridículo por si mismo, sin necesidad de entrar en un debate, más les valdría no prejuzgar tanto, algo que dicen no hacer, y buscar más lo que hay de cierto en los hechos, no hablar por rumores o habladurías. Por eso en un periódico, en una información, venga del medio que venga, siempre he intentado separar lo que es opinión de lo que son los hechos, porque me gusta conocer lo mejor posible los hechos para luego poder valorar. Y luego, si me interesa, buscaré otras valoraciones.
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