lunes, septiembre 22, 2003

Ostentar y provocar

Igual hoy será esto un poco polémico, pero prefiero decir lo que pienso bien claro aunque haya discusiones a callar temas para que todo parezca una balsa de aceite.

Quien no recuerda la 'banderita' que el ministro de defensa plantó en una zona céntrica de Madrid para 'honrarla' una vez al mes? Si, una nimiedad de bandera, bien pequeña y que nadie ha sabido explicar el sentido de tal palito para aguantarla y su coste, ya que parece más un acto de reafirmación propia de quien lo decide que algo que pueda unir a la gente entorno a algo.

Hace pocos días, se publicó que en Irak, las tropas españolas ya se han encontrado un gran rechazo. Los líderes religiosos de la zona que ocupan los militares españoles han expresado su malestar por la ostentación de los símbolos nacionales, hasta un extremo que ni los mismos americanos llegan (y será que se quedan cortos!) Cabría preguntarse los motivos de tal ostentación, y que en los hechos, no deja de ser una provocación a los iraquís, porque recordemos, están en Irak y no en el paseo de la castellana. O acaso aquí, en alguno de los desfiles, no lleva cada vehículo dos banderas? Verdad que no? Entonces, para que las ponen allí? Ah, claro, es la brigada 'plus ultra' (véase la doble intención explícita).

Pero no acaba aquí esta provocación a mi modo de ver, esa ostentación de la que siempre han hecho los sectores más fascistoides del pais, es parde del rechazo que sentimos algunos a este símbolo, con el que no nos identificamos nada y nos suena más a un símbolo bajo el que se ha oprimido durante muchos años a muchos pueblos y culturas.

En Barcelona, por las fiestas de la Mercé, hay un día del aire, con exhibiciones de diferentes tipos de aviones. Este año, debido a la gran repercusión de las manifestaciones contra la guerra, y ante el hecho de que Barcelona se convirtiera en un polo de referencia por la paz, provocó que el ayuntamiento decidiera reducir la presencia militar en la fiesta del aire al mínimo, de modo que no habría aviones de guerra. Algo sin duda razonable y coherente. Sólo unos paracaidistas con saltos de precisión. Pero al final de los saltos, dos de los paracaidistas bajan con una bandera desplegada, una muy grande y vistosa, y otra pequeña y poco visible de lejos. Adivinais por supuesto, cual era cual, no? A la llegada a la playa, casi toda la gente silbó la llegada de una y aplaudió la llegada de la otra. Y es que no deja de ser una provocación más, es algo que llevan en la sangre, creo que a alguno de los que tuvo la 'brillante' idea sólo lamentaría no haber podido incluir a la vieja Marujita Díaz loando el descenso de la banderita, como en otras épocas...

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